LAS CASAS CUEVAS

No se sabe cómo surgió este tipo de hábitat, pero el hecho es que ha sido el más habitual entre la población, a excepción de la clase social elevada, hasta hace poco.
 Estas curiosas viviendas "trogloditas", excavadas a pico en la mismísima roca de la montaña (cerro), contaban inicialmente con solo dos o tres dependencias, las mínimas para unas condiciones de vida bastante exiguas. A medida que crecían las necesidades y posibilidades familiares, se ampliaban excavando un poco más para adentro.

Tras una época en la que fueron muy infravaloradas, han comenzado de nuevo, en los años 80 del siglo pasado, a despertar el interés de forasteros y de familias de la zona que habían emigrado, ahora como segunda residencia. No obstante, es aquí en Galera donde empezó el "boom" de las restauraciones de casas cuevas abandonadas para convertirlas en viviendas familiares o en alojamientos turísticos. Hoy son objeto de magníficos proyectos de remodelación y una alternativa de alojamiento "trogloditico" de gran interés turístico. Son muy confortables y conservan en su interior una temperatura natural constante que oscila entre los 15 y 17 grados centígrados y que prácticamente no varía en todo el año, propiciando veranos frescos y suaves e inviernos cálidos y agradables, prácticamente sin necesidad de climatización alguna.

Tradicionalmente para excavar una nueva cueva se contaba con la ayuda de un especialista, el llamado “maestro de pico” o "picador", que hallaba la ubicación idónea y delimitaba el sustrato duro que serviría de techo. Uno de los "maestros de pico" granadinos más famoso y reconocido internacionalmente es José Antonio "Pepe" Ruiz Ruiz, apodado "el picador del Albaicín". En la excavación de la nueva vivienda participaba toda la unidad familiar: los varones, dirigidos por el “maestro de pico”, desbastaban el cerro y comenzaban a horadar la primera estancia; las mujeres y los niños, en cambio, acarreaban la tierra hacia el exterior, para ir conformando la placeta. La primera fase de excavación se realizaba durante el verano, para evitar las lluvias, pero una vez los “picadores” trabajaban a cubierto, se podía continuar la labor durante todo el año.

Lo más habitual era que, una vez abierta la primera estancia, fuera la propia familia que iba a vivir en la cueva la que continuase con el trabajo. Se aprovechaban las pausas de las tareas del campo para ir ampliando la cueva según las necesidades, a razón de una habitación nueva por año. Las herramientas usadas para la construcción eran las habituales para cualquier obra: picos y zapicos para excavar y perfilar los bordes, palas para mover la tierra procedente de la excavación y carretillas o cestos de esparto para sacarla.

Las casas cueva son el lugar ideal para probar la experiencia de dormir en el interior de la tierra, mucho más confortable de lo que podemos imaginar, con un aislamiento térmico y acústico perfecto y una temperatura fresca y estable que aseguran el descanso nocturno. Se dice que dormir en una cueva es como volver al útero materno. Que se descansa como si fuéramos bebés en el vientre de nuestras madres.

Ventajas de las casas cueva

  • La principal ventaja de las casas cueva es que respetan el medioambiente, pues tienen condiciones climáticas de comodidad en el interior, por lo que ayudan al ahorro energético e impiden el exceso de dióxido de carbono.
  • Además, brindan protección contra tormentas y terremotos, ya que no pueden ser arrastradas ni volcadas, así como la oportunidad de aprovechar el paisaje, pues sus techos acoplados a la tierra protegen el paisaje y realizan una contribución al equilibrio entre nitrógeno y oxígeno.
  • Las casas cueva también ofrecen protección contra incendios, ya que su material principal es el hormigón, pueden cultivarse plantas en sus tejados, puesto que se usan tierras de desmonte para recubrirlos y hay luminosidad dentro de ellas, pues se construyen con cúpulas redondas y fachadas de cristal.

Desventajas de las casas cueva

  • La forma de este tipo de casa suele provocar que las paredes no sean verticales por completo, sino que tengan una forma parecida a la de una bóveda. Esto puede causar algunos problemas con la decoración interior, especialmente si hay muebles y cuadros grandes. Sin embargo, hoy ya es posible proyectar muros rectos en ciertas posiciones.

Los municipios de la provincia de Granada con mayor cantidad de casas cueva son:

  1. Guadix con un total de 2491 casas cueva
  2. Benamaurel con un total de 1993 casas cueva
  3. Cortes y Graena con un total de 1399 casas cueva
  4. Cúllar con un total de 1287 casas cueva
  5. Benalúa (de Guadix) con un total de 1097 casas cueva
  6. Baza con un total de 1036 casas cueva
  7. Galera (nuestro pueblo) con un total de 994 casas cueva
  8. Castilléjar (de los Ríos) con un total de 972 casas cueva (hasta hace pocos años Castilléjar tenía más casas cueva que Galera)
  9. Cortes de Baza con un total de 853 casas cueva
  10. Huéscar con un total de 806 casas cueva

Link de la lista de municipios con más casas cueva: https://www.benamaurel.es/benamaurel-el-pueblo-con-mas-cuevas-de-la-provincia/

En Granada capital también hay casas cueva en los barrios del Albaicín y del Sacromonte (en este último barrio hubo un total de 1500 casas cueva en los años 60 del siglo pasado).

Casas Cueva - Cave Houses (de Fermin Guillén)

CASA CUEVA EN GALERA - HUÉSCAR (de carlosbuenosite)


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